Vale, quedan dos grandes nombres por llegar: Spike Jonze con “Donde viven los monstruos” y especialmente James Cameron y su esperadísima “Avatar” que promete convertirse en EL FENOMENO cinematográfico del año.
No ya por su taquilla sino por su revolucionaria y curradísima técnica. Pero bueno, eso no impide que, a pocos días para que acabe el año, mencionemos aquí las que, en mi humilde opinión, han sido las mejores películas del año.
Ya de entrada advierto, que: uno, no considero ni los films estrenados ya en USA ni en los festivales que no han llegado a nuestras pantallas y que no paran de recibir premios, y dos, no pondré en este listado películas que no haya visto por mucho que conozca las sublimes críticas que han recibido.
Hechas ya las presentaciones aquí va, los que para mi, deberían figurar como los títulos del año:
Antichrist: Al último y controvertido film de Lars Von Trier no se le puede negar ni riesgo, ni personalidad. La película ofrece una de las mejores interpretaciones de Charlotte Gainsbourg y William Dafoe. De hecho, ella ha recogido varios premios por este trabajo. Simplemente, el prólogo por sí sólo es una obra maestra del cine mudo contemporáneo, por el juego con la ralentización de imagen, la música y el uso del blanco y negro. Asimismo, la crudeza de la película, el trato de las imágenes, la capacidad de transmitir esa sensación de ofuscación y tortura a la que puede llegar una persona en condiciones psicológicas extremas es sin lugar a dudas excepcional y única.
Tres días con la familia: Esta pequeña película española dirigida por Mar Coll ha demostrado que no hacen falta grandes medios para realizar un film cercano al público, que a la vez sea intimista sin resultar pedante y aburrido. La directora ha logrado con su primer film ser uno de los nuevos nombres del cine español que merece la pena seguir.
El desafío: Frost contra Nixon: Este título es el resultado de sumar, un duelo interpretativo similar al de La huella (con Laurence Olivier y Michael Caine), una dirección excelente de actores, con un control del timing excepcional que otorga el ritmo cinematográfico adecuado al producto que se ofrece y por último un guión con contenido, serio, reflexivo y ágil. Todo ello hace de esta película si no la mejor una de las mejores películas de Ron Howard.
(500) días juntos: No será revolucionaria en su técnica. No será un film sesudo pero sí recupera un tipo de cine pseudoindependiente USA de calidad. Capaz de jugar con las códigos de las comedias románticas clásicas para desmontarlas y hacerlas más realistas, sin perder en ningún momento su sentido del humor.
Vals con Bashir: Es obvia la razón. En primer lugar, por ser un documental que se atreve a tratar el conflicto entre Israel y Palestina y hacerlo de manera clara, sin contemplaciones. Y especialmente por ser un documental de animación, que trata de poner en imágenes nada sensacionalistas las palabras que cuentan los testigos, y los miles de páginas de historia que conforman este largo enfrentamiento.
La clase: Película francesa que refleja la realidad de las aulas del país vecino pero que se podría extrapolar a cualquier otro país europeo. Su estilo, a medio camino entre la ficción y el documental, otorga credibilidad y verismo a la cinta que no sólo denuncia las condiciones en que se encuentran profesores y alumnos sino los problemas de integración de los inmigrantes en el sistema educativo y, a su vez, en la sociedad.
Up: Sin duda sería una injusticia que la nueva producción de Pixar no se llevará un sólo Oscar porque desde el aprovechamiento de la tecnología 3D (con sus detalles, y su profundidad de campo), hasta sus personajes, pasando por su trazo y su guión, la hacen completamente merecedora de muchos premios y no sólo pasar a la historia por ser la primera película de animación que abre el Festival de Cannes. Un film de animación adulto que tiene mucho que enseñar tanto a pequeños como a mayores. Sin mencionar que cuenta con uno de los dos mejores prólogos del año junto con Anthicrist. Ambos emotivos a partes iguales, aunque de distinta manera.
Déjame entrar: Déjense de Blades, Underworlds y Crepúsculos, una de las mejores películas del año sobre vampiros llegó desde Suecia. Su director, Tomas Alfredson, ha logrado ser fiel al estilo del Nosferatu de Mornau, aunque sin sus juegos de sombras. Seria, sin un ritmo trepidante, pero sí el necesario para mantener en tensión al espectador en todo momento, que se consume igual que el personaje y que lo pasa mal con él, en definitiva, una película gélida que deja helado al espectador (en el buen sentido).
El secreto de sus ojos: Ya lo dijimos anteriormente. Campanella se ha dejado de sentimentalismos y ha hecho una de las mejores películas de su carrera, capaz de combinar géneros tan dispares como la comedia y el thriller, y además incluir una historia de amor y referentes históricos. Con unos personajes que dejan huella, que se hacen querer. Que cuenta con un guión que no deja ni una pieza suelta, aunque se exceda un poco en el final. Vamos, que a Campanella le ha salido una película completa.
Malditos Bastardos: Si con las otras ya no tenía espacio para explicar todas las razones por las que merecen estar aquí. Con Malditos Bastardos me parece imposible mencionar apenas unas pocas. Así que directamente enumeraré tres razones que hablan por sí solas y que hacen merecedor a la nueva película de Tarantino, no sólo de un espacio en esta lista, sino de todos los premios que le han llovido y le puedan llover: La primera y larga presentación del coronel Hans Landa, la escena (y diálogos) en la taberna y su explosivo final.
Todo es opinable y en esta misma lista podrían figurar otros títulos como Distric 9, El curioso caso de… o Moon. Pero por suerte, Rocket ofrece la posibilidad de que digáis la vuestra. Así que os encorajo a que expongáis las películas que creéis que faltan o sobran.
T: Joan Colás
