EL COLOSO DE NUEVA YORK

Las inauguraciones son para los neoyorquinos lo que para nosotros es ir a la compra o a tomarnos un café con amigos. Docenas de nuevas tiendas, restaurantes, hoteles y galerías abren cada semana en una ciudad acostumbrada a la “novedad pasajera”.

De entre todas destaca el nuevo proyecto de André Balazs, propietario de una cadena nacida en Hollywood y que ahora aterriza en Nueva York con su cuarto proyecto, después de los dos de Los Ángeles y el tercero en Miami. Para él, éste a sido un proyecto diferente e innovador ya que, acostumbrado a rehabilitar inmuebles, en Nueva York ha construido un edificio de nueva planta.

El edificio, diseñado por Todd Schliemann de Polshek Partnership Architects, tiene un marcado aire a Le Corbusier, con sus frentes acristalados que flotan como un libro abierto sobre la High Line, la línea férrea que fue abandonada en los 80 y que en verano reabrirá como paseo público ajardinado. The Standard revive el Estilo Internacional neoyorquino rememorando antiguos iconos como la ONU o Lever House, gracias al aspecto rudo y robusto que ofrecen los gigantescos pilares de hormigón que sostienen la estructura y que la alzan 20 pisos por encima de las calles del Meatpacking District (MePa), donde actualmente ha desaparecido cualquier signo de su antigua vida, cuando trabajadores de la carne y travestis recorrían sus calles adoquinadas.

Llegar al hotel ya es toda una experiencia: la terraza exterior salpicada de sillas vintage de color blanco enmarcan la puerta que conduce al lobby situado bajo las vías de la High Line. En él, muebles de diseño conviven con materiales futuristas salidos de la imaginación de sus creadores, los americanos Shawn Hausmann y Roman and Williams, que han creado para Balazs un estilo que se moderniza a medida que gana en altura.

Inspiradas en Mies, Saarinen y en un hotel que Jacobsen construyó en Estocolmo en los 50, las 375 habitaciones del Standard colman todas las necesidades de unos clientes que pueden gozar de espacios concebidos para su pleno disfrute, desde su base hasta su coronación, donde un espacio acristalado a doble altura alberga la discoteca, un restaurante y la piscina exterior.

En una ciudad acostumbrada a la altura, The Standard es igualmente espectacular y posee unas vistas envidiables, con el Empire State al norte, el Midtown a sus pies y, en la distancia, la Estatua de la Libertad.

Tan sólo hace unos meses que se ha abierto, pero ya es un must en la Gran Manzana.

T: Christian Lozano Chuard

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