Segunda jornada del festival de San Sebastián y esto ya parece ir calentando motores. Y de que manera.
El surcoreano Kim Jee-Woon revolucionó las salas donde se proyectaba I saw the devil, una historia llena de sangre y violencia explícita y sin tapujos que hizo que varios asistentes abandonaran la sala durante las más de dos horas de proyección por no poderla soportar.
Muchos han dicho que este film es «muy de genero», más propio del Festival de Sitges que el de Donosti, pero el director sabe manejar a la perfección humor y violencia y, como bien explica, ésta no es gratuita. De hecho, como bien afirma Jee-Woon el film deja bien claro que la venganza y, sobre todo, el ojo por ojo no es siempre la mejor solución. Veremos si el jurado se atreve a premiar una apuesta arriesgada por parte de los programadores pero sin duda un film de genero de gran calidad.
Bien entrada la tarde se proyectó otro film que sabe mantener el suspense en un espacio reducido y que lleva ya una muy buena carrera en todos los festivales donde se ha presentado: Burried (Enterrado) de Rodrigo Cortés. Todo un tour de forcé de Ryan Reynolds que nada más empezar la película se encuentra enterrado vivo en un ataúd y con un sólo móvil como toda arma.
El público parecía satisfecho y la respuesta en las salas de todo el mundo podrá verse en breve. Siguiendo con la sección oficial, ésta ha sido de lo más heterogénea. Y es que además de I saw the devil se proyectó una comedia El gran Vázquez de Oscar Aibar y posteriormente un drama familiar intimista que bebe sin tapujos del cine de autor europeo Colours in the dark de Sophie Heldman. La película española ha sido la primera del día y pese a ser bien acogida por el público, éste la hubiera agradecido más tras ver el film de Jee-Woo. Y es que la cinta de Aibar es una comedia llena de picaresca e ingenio propio del personaje protagonista, el dibujante de cómics Manuel Vázquez, que es interpretado por un Santiago Segura más comedido y que parece idóneo para el papel.
Con una ambientación en una Barcelona que parece sacada de una historieta de Vázquez, una socarronería inteligente y una trama dramática que cojea, Aibar encandiló al público del festival al que sacó una ovación y unas cuantas sonrisas. Lástima que una vez llegue al público general este espere más un Mortadelo y Filemón con Torrente.
El último film que se presentó en la sección oficial, Colours in the dark, estuvo protagonizado por Bruno Ganz y Senta Berger, ambos en estado de gracia y los pilares sobre los que se aguanta un film lleno de tópicos del cine de autor: empezando por la recreación en los tiempos lentos, el retrato de acciones que aparentemente no aportan nada pero que son necesarios para que el final llegue a emocionar. No se le puede negar, pues, a Sophie Heldman un gran ejercicio de estilo, pero que no acabó de cuajar entre el público.
Hoy sólo se presentará un sólo film a competición, eso sí, de cuatro horas y cuarto de duración. Se trata de lo nuevo del reconocido (que no famoso) director Raúl Ruiz, Mistérios de Lisboa. Por su parte Carles Bosch llegará con Bicicleta, Cullera, Poma, documental que sigue el día a día de un enfermo de alzheimer muy particular, Pascual Maragall, y Pierre Thoretton pondrá luz al romance de Yves Saint-Laurent y Pierre Bergé con Yves Saint Laurent, l’amour fou. Nos espera, pues, un domingo de reflexión.
T: Joan Colás
Corresponsal Rocket Magazine en San Sebastián
F: Gorka Estrada