UN THRILLER MELODRAMÁTICO

Ha pasado el Festival de de Cine de San Sebastián y, pese a su palmarés, crítica y público han coincidido en denunciar el olvido más grande del Jurado: dejar fuera del palmarés “El secreto de sus Ojos”.

El nuevo melodrama de Campanella, abandona todo sentimentalismo y moralismo para dejar paso a la intriga más emocionante, al amor más sincero y a la comedia más hilarante que jamás hayan podido comulgar juntos.

El film nos cuenta la historia de Benjamín Espósito, un funcionario de los juzgados de Argentina que, aburrido por su jubilación, decide escribir un libro sobre un caso que llevó hace 25 años y que le cambió toda su vida. La violación y un asesinato en la Argentina de 1974 le supuso el enfrentamiento con sus compañeros de trabajo y la ocasión perdida de estar con la persona que amaba.

El cineasta argentino, que nos tenía acostumbrados a una cuidada ambientación, un tempo adecuado y unos personajes bien definidos, ha perfeccionado su técnica y ha logrado que sus defectos (el exceso de sentimientos en las historias de amor, la afectación en lo narrado y una tendencia a la moraleja final) se hayan, si no desaparecido, sí difuminado con el paisaje adecuado de tal manera que podemos ver el fantástico bosque que nos plantea.

Por lo que respecta a los actores es de obligado reconocimiento el trabajo de Soledad Villalmil que derrocha fuerza y debilidad en su interpretación de amante y jefa; Ricardo Darín vuelve a uno de sus registros habituales y como el gran actor que es sigue demostrando su capacidad para interpretar todo tipo de personajes con un pasado oscuro; pero sobre todo es destacable la labor de Guillermo Francella que borda a Sandoval, el compañero de batalla de Espósito y el que logra convertir algunas secuencias del film en una auténtica, eficaz e hilarante buddie movie. Francella hace creer al espectador que su personaje es un loser en toda regla que recibe la compasión de su compañero y sorprende al revelarnos sus habilidades, y eso sólo es obra de un excelente actor. A esto, cabe añadirle, la excelente definición de cada uno de los personajes que la película nos ofrece sin necesidad de centrarse uno por uno en sus historias personales.

Analizando por separado los diferentes géneros mezclados en “El secreto de sus ojos” se podría decir que la historia de amor, aunque explicada de manera interrumpida, se comprende correctamente y se ve de lo más realista y contenida; el suspense se mantiene latente constantemente por un tempo trabajado que lleva al espectador a esperar con ansía su resolución (con sorpresa incluida); y la comedia vuelve a aparecer con fuerza no para destrozar la tensión sino para amenizar la trama y relajar al espectador.

Evidentemente se pueden encontrar otras lecturas al film como la corrupción en el sistema judicial, la losa del pasado (argentino o no, personal o extrapersonal), la respuesta humana ante un hecho atroz… Existen sí, pero Campanella esta vez no quiere ejemplarizar (como nos tenía acostumbrados anteriormente), simplemente expone unos hechos, narra una historia que se desarrolla a lo largo de 25 años y sin flashbacks incomprensibles, ofrece un thriller criminal sin imágenes videocliperas, cuenta una historia de amor sin intentar ser lacrimógena… En definitiva que a Campanella le ha salido un film redondo.

T. Joan Colas

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