EL KARL ARQUITECTO

Adivina, adivinanza: ¿Qué diseñador es capaz de reunir en sus desfiles a las celebrities más buscadas; ser innovador sin llegar a traicionarse y seguir en boca de todos después de llevar más de 30 años trabajado? Fácil, ¿verdad?…

Karl Lagerfeld comenzó a trabajar en Fendi en 1977 y poco a poco fue haciéndose un nombre en el mundo de la moda. En 1983 desembarca en Chanel y desde ese momento sus colecciones no ha dejado de asombrarnos con sus cretivos diseños. Pues además de todo eso, el kaiser es creador de los decorados de sus shows, unos montajes cada vez más grandes y que no dejan a nadie pero, por desgracia, efímeros. La mayoría de las firmas priman por desfiles dónde la ropa toma todo el protagonismo pero en Chanel decidieron rizar el rizo: desde hace mas de tres años, la firma construye espacios muy sugerentes a la altura de cada colección.

Uno de los primeros montajes fue para la colección crucero de 2006, dónde se construyo una gran estructura metálica con forma de medio circulo que iluminaba la pasarela creada en la famosa Grand Central Station de Nueva York. En el desfile de AC otoño-invierno de 2006-2007 comenzó a vislumbrarse un cambio: rodeados por una pasarela circular, los asistentes sentados en gradas estaban encarados a una pared que rodeaba la pasarela y que estaba toda llena de puertas, las cuales, una vez finalizado el show, se abrieron y mostraron a todas las modelos.

Pero fue en 2007, cuando se comenzaron a celebrar los desfiles en el Grand Palais de París cuando la casa de la camelia revolucionó la palabra desfile: ya no se trataba de unos modelos contoneándose sobre una simple pasarela, sino que ahora lo hacían sobre escenarios, con su historia y un pensado diseño. Pudimos ver desde un blanquecino quiosco al rededor del cual se desfilaba, unas nubes que dejaban caer flocos de nieve, un enorme lazo negro sobre un suelo de estrellas de dónde salían las modelos o un gran carrousel con los famosos emblemas de la casa a modo de caballitos.

Aunque han sido los tres últimos celebrados en el Grand Palais los más espectaculares hasta la fecha; en el último desfile de AC, en otoño-invierno 2008-2009, Karl Lagerfeld diseño unas gradas que rodeaban un circulo blanco del que emergían unos tubos plateados de diferentes alturas de dónde salían las modelos. Poco después, en el show de PAP primavera verano de este año, Chanel volvió a los orígenes recreando la fachada del famoso edificio de la Rue Cambon con todo lujo de detalles. Los modelos salían por la puerta principal como cualquiera de los asiduos clientes de la firma llevando puesta su última adquisición. Y en el último, un sobrio decorado de puertas, pasos y pasillos, con paredes blancas y suelos negros, creaban recorridos cruzados e interconectados que las modelos recorrían sin dejar nada a la improvisación.

Por ahora, Karl Lagerfeld ha decidido celebrar los últimos desfiles en otros lugares, pero esperamos poder volver a disfrutar y deleitarnos con esos maravillosos montajes que, junto con una música sábiamente escogida y una ropa siempre excepcional, nos quita el aire.

T: Christian Lozano Chuard

chanel fashion show

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