#INTERVIEW A @POPASTICLAB #MUSIC

Popastic es una de esas iniciativas que nos demuestran que la industria musical sigue vivita y coleando.

El Laboratorio de Experimentación Musical que aspiran a organizar del 9 al 12 de julio en Matadero Madrid tiene como objetivo que jovencitos desde los 15 años interesados en la música puedan entrar en contacto con la industria de la mano de profesionales consagrados.

Charlamos con Alberto, Luis y Sara, 3 de los 5 impulsadores del proyecto. Quién mejor que ellos para transmitirnos el entusiasmo convencido que sienten por la música. Una generación que ha crecido bajo la sombra constante de la crisis del sector, pero que no se llevan las manos a la cabeza; es la generación de las nuevas ideas.

Rocket Magazine: contadnos bien en que consiste vuestro proyecto. Cómo vais a financiarlo y por qué la gente debería ayudaros.
Popastic: somos un colectivo que surge entorno a la inquietud por todo aquello que rodea al mundo de la música, y cuyo primer proyecto nace del descubrimiento de un sector pocas veces valorado, el del joven adolescente con inquietudes musicales.
Por ello nos lanzamos desde el escenario para intentar acercar la cultura musical a una franja de edad en la que comienzan a sentarse las bases de toda personalidad, incluidas las musicales, proponiendo un laboratorio de experimentación musical con profesionales que se acerquen por primera vez al público adolescente y les demuestren que es posible llegar hasta donde están ellos ahora.
Desde el principio hemos contado con la ayuda de Firstclap, la plataforma de crowdfunding para iniciativas musicales, con Laura Put al frente de la batuta ayudándonos a dar los primeros pasos en esto del mecenazgo.
Desde esta plataforma se puede colaborar para conseguir que el proyecto funcione y se puedan llevar a cabo los talleres y un concierto final organizado por los propios chavales como toma de contacto activa de lo que sucede sobre el escenario. Como decimos en nuestro vídeo de presentación, “ellos son el futuro de la música, y queremos que sean el presente”.

RM: me da la impresión de que son pocas las iniciativas que desde la industria musical se dirigen a un público joven menor de edad. Ellos serán el público del futuro, o quizá lo sean ya. ¿Por qué consideráis importante prestarles atención? ¿Creéis que iniciativas como la vuestra ayudan a mejorar el consumo musical del mañana? ¿Se podría decir que estáis formando públicos?
Alberto: creo que es muy importante prestar atención a los jóvenes y me parece que sabemos muy poco de los hábitos musicales de los menores de edad. No queremos ir de abuelos cebolletas adoctrinando a nadie, pero creemos que es vital que los chavales tengan un acceso directo a la música y si iniciativas como Popastic pueden ayudar a que conozcan la industria y se interesen por ella de una forma profesional ya nos damos por satisfechos.
Luis: el consumo musical creo que pasa por uno de sus mejores momentos, la música se consume compulsivamente aunque sea de forma gratuita, ya no importa tanto el formato conceptual de disco sino la elaboración de listas propias con temas sueltos que se compran o se descargan. No queremos formar público sino músicos conscientes de los nuevos modelos de consumo.
Sara: además, es cierto que empieza a haber iniciativas musicales para niños, como las Minimúsicas y Guau Guau, quizás porque la comunidad indie se hace mayor y quiere seguir disfrutando de la música en compañía de sus hijos. Pero no tenemos conciertos underage o fiestas específicas para adolescentes en las que se les permita entrar y se les preste atención como público con criterio y gustos específicos. Como nos decía hace poco una importante programadora de Madrid, es muy triste que solo se vean treintañeros asistiendo a un concierto de Papá Topo, por ejemplo.

RM: ¿consideráis que la gente joven se ha desconectado del todo de la industria musical? Pero sí creo que consumen mucha música ¿no?
Alberto: durante la preproducción de Popastic hicimos varias encuestas a adolescentes de 12 a 18 años a través de las cuales descubrimos que sí que consumen mucha música, pero que sus ídolos son gente mucho más mayor que ellos. Nos extrañó que no haya un relevo generacional en el que se puedan mirar y nos gustaría que ellos tomasen las riendas de este cambio, ya que creemos que hay mucho talento joven por descubrir.

RM: ¿cuáles son las propuestas de una nueva generación de gestores y trabajadores de la música como vosotros para solventar la fractura entre industria y público?
Alberto: propuestas novedosas, accesibles y para un público heterogéneo. Creo que hacen falta proyectos que intenten ir más allá, aunando varias disciplinas para hacerlos más atractivos. Propuestas de calidad que se salgan un poco de la norma.
Sara: creo que la clave está en que sean muy participativas y que permitan la experimentación personal, que al final es lo que vas a llevarte del proceso: aquello que tú hayas podido extraer de lo que te han contado. Para eso hace falta un mínimo de inversión que permita a los agentes involucrados profesionalizarse y una buena labor de programación.

RM: ¿diríais que es un buen momento para la música? ¿Y para dedicarse a la música?
Luis: ¡creo que es el mejor momento! Tal vez no para vivir de ello, pero si de llevar a cabo un proyecto musical y hacerlo llegar a un gran número de gente. Ahora se han eliminado muchos pasos que se necesitaban antes para grabar un tema y cualquiera puede montarse el estudio en casa.

RM: ¿qué os empuja a vosotros y a muchos jóvenes a querer trabajar en la música? ¿Qué creéis que aporta a la sociedad?
Alberto: todos nosotros vivimos la música de una forma muy especial, nos interesa todo lo que rodea a la industria.

RM: a nivel nacional, ¿cómo veis que funciona el mundo de la música? ¿Y en cuánto a la música en vivo? ¿Creéis que podemos aprender de otros países?
Sara: como consumidores habituales de música en directo en Madrid no podemos decir que la cosa vaya viento en popa. Cada vez hay menos locales y más trabas para los que quedan, por lo que acceder a un escenario resulta complicado para las nuevas bandas. Si a esto unimos que los niños españoles tienen un primer contacto con la música muy tardío, a diferencia de los países nórdicos, por ejemplo, donde nacen con un instrumento bajo el brazo, y que no se les permite asistir a conciertos hasta cumplir los 18, el resultado es una escena musical en la que sigues siendo artista revelación hasta que te salen canas.

RM: como residentes en Madrid, ¿cómo recibisteis el inminente cierre de sala Nasti? ¿Lo tomáis con resignación, otro episodio más en la lista de cierres?
Luis: en Madrid hay un gran problema y es que hay poquísimas salas buenas para tocar… Así que solo queda tocar en bares y discotecas, y si encima te las cierran… ¡Mal vamos!
Sara: es una pena, porque el problema va más allá del cierre de un bar y si ponían garrafón o no. Conocemos jóvenes programadores que se han quedado sin su espacio semanal para presentar nuevas propuestas, bandas que han perdido un local donde tocar, técnicos, pequeñas discográficas… Parece que a alguien no le entra en la cabeza la importancia de la escena local musical como industria.

RM: ¿creéis que hay interés por mantener el entramado cultural en España? ¿Hay voluntad política?
Sara: a la vista está que no. La subida del IVA, entre otras cosas, es un claro castigo del gobierno al sector cultural, identificando cualquier manifestación artística: ya sea cine, música o teatro, como una posible forma de ataque contra ellos. De ahí que se hayan vengado en cuanto han tenido oportunidad. Lo mismo pasa con las ordenanzas municipales en Madrid. Siguen sin entender que las industrias culturales generan muchos empleos y deberían ser protegidas. Otros sectores económicos se subvencionan y no pasa nada, pero invertir en cultura parece que es poner el dinero en manos de una banda de vagos. Creo que el problema está en pensar que la cultura tenga que ser rentable, cuando los beneficios de este sector se miden también con otros parámetros. Pero para eso hay que idear políticas a medio y largo plazo y aquí nadie tiene tiempo.

RM: ¿a qué festivales asistiréis o habéis asistido este año? ¿Cuál es vuestro favorito?
Alberto: he asistido al Tanned Tin, Primavera Sound, Día de la Música y asistiré al 981 Heritage. De todos estos el más peculiar fue el Tanned Tin. Este festival se celebra en un teatro antiguo en Castellón y reúne a los artistas nacionales e internacionales más dispares que te puedas encontrar. El teatro en sí es un microcosmos con público de todas clases en el que puede pasar de todo y la música se vive de una forma muy cercana.
Luis: mi festival favorito es Airwaves. Islandia es un país impresionante, con una producción musical volcánica.
Sara: mi mejor experiencia en un festival fue la primera vez que fui a Reading Festival, en 2009. Allí tuve la oportunidad de conocer desde dentro cómo se gestiona un macro-evento de ese tipo, aparte de descubrir la forma en que los ingleses viven la música, que es increíble. También recuerdo con cariño todas las veces que he ido al Festival de Ortigueira, desde pequeña ha sido una de mis citas obligadas.

Recordad que podéis ayudar a financiar el proyecto desde la plataforma de crowdfunding: http://bit.ly/ZJbvg0
O consultar el programa y las formas de inscripción a las jornadas: http://bit.ly/18uZ6kX

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T. James McSherry
Rocket Magazine Madrid

Journalist Editor in Chief and Founder of Rocket Magazine Barcelona Menswear Fashion since 2008

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