SI NOS DEJAN… O EL GAY MARRIAGE

Lo que para muchas parejas de gays y lesbianas era sólo un simple sueño, el pasado 24 de julio se transformó en la más cierta de las realidades.

Ese día entró en vigor una esperada ley que equipara derechos y destierra históricas injusticias que permite a las parejas del mismo sexo contraer matrimonio en el estado de Nueva York. Todo un hito en la lucha a favor de la igualdad.

Casi un millar de parejas, entre homosexuales y heterosexuales, se dieron el “si quiero” en la Gran Manzana, y a lo largo y ancho del estado se celebraron emotivos enlaces protagonizados por novias y novios que después de una larga batalla, finalmente podían unir sus vidas con la ley por delante.

Gino vive en el condado de Westchester y es dueño de uno de los restaurantes peruanos más afamados de la zona. No puede esconder su enorme alegría tras saber que ahora las parejas homosexuales pueden contraer matrimonio en Nueva York. Por un instante suspira y recuerda con cierta dosis de melancolía que hace unos años él no pudo casarse con su pareja y optó por organizar un enlace simbólico.

Para David Valenzuela, un español asentado en Nueva York, se trata de un paso histórico y recuerda que el movimiento en defensa de los derechos de los homosexuales nació justamente en Nueva York y esta ley acaba con la anomalía de que el Empire State no hubiera aprobado una ley así antes.

Eggy es neoyorquino hasta la médula y lleva años trabajando en televisión, y por mucho tiempo creyó que no se aprobaría una ley por la fuerte oposición de los republicanos. La noticia lo agarró por sorpresa así como la cantidad de mensajes que recibió de sus seres queridos y amigos felices de que se aprobaran los matrimonios gays.

Valenzuela cuenta que como periodista fue muy impactante estar pendiente del resultado de la votación en el Senado en vivo y en directo y espera que la aprobación del matrimonio entre homosexuales sea motor de cambio para que el resto del país avance en esta dirección.

Eggy por ahora no piensa casarse, pero él y su pareja llevan 11 años juntos y están registrados como pareja de hecho en la ciudad de Nueva York. El día que decidan pasar por el altar cree que harán una ceremonia íntima y después echarán la casa por la ventana con una gran fiesta.

Entre los planes de Valenzuela no pasa por ahora casarse, pero le reconforta saber que el estado donde paga impuestos ha dejado de discriminarle, mientras Linda Rodríguez, de nacionalidad mexicana, y su novia Jenny Smith, estadounidense, están listas para sumarse a las miles de parejas que ya han presentado su solicitud para contraer matrimonio en la ciudad de los rascacielos. Entusiasmo e ilusión no les falta y ahora solo están pendientes de tener todos los papeles listos para dar el gran paso.

A Gino le enorgullece que las nuevas generaciones puedan por fin casarse con quien quieran, aunque aún falta mucho por hacer ya que a nivel federa la Ley de Defensa del Matrimonio no reconoce los derechos de las parejas gays. Su deseo y el de miles de homosexuales es que se derogue dicha medida que ha recibido un tímido espaldarazo del presidente Barack Obama, quien se ha pronunciado a favor de que las parejas de gays y lesbianas tengan los mismos derechos que los heterosexuales.

David comenta que tiene que acabar la discriminación a nivel federal, porque de ese nivel dependen muchas leyes que siguen tratando a unos ciudadanos por encima de otros por su orientación sexual. Además, considera que Estados Unidos se merece un futuro mejor en el que los hijos de los homosexuales un día se sorprendan al saber que hubo un tiempo en que el estado dictaba con quién podías casarte y con quién no.

Valenzuela también señala la importancia de que la ley cambie a nivel federal pues de ello depende el estatus migratorio de muchas parejas.

Quien también está feliz de que se puedan celebrarse matrimonios gays en Nueva York es el alcalde Michael Bloomberg, pues estas uniones y sus celebraciones con luna de miel incluida serán un detonante para activar la economía de la ciudad y está a punto de lanzar la campaña NYC I Do cuyo espíritu es convertir la ciudad en la capital de las bodas homosexuales.

Para Linda y Jenny es motivo de celebración que Nueva York lance esta campaña y consideran que la Capital del Mundo, donde se conocieron hace 10 años, es el sitio perfecto para contraer matrimonio. Mientras David subraya que casarse en la Gran Manzana siempre tiene glamour y Eggy cree firmemente que la ciudad se convertirá en el destino por excelencia de las bodas homosexuales y ha leído que algunas celebridades ya planean darse el sí quiero en la ciudad de los rascacielos.

Como era de esperar, ya hay quien quiere aguarle la fiesta al colectivo homosexual, que no dudó un momento en salir a la calle para celebrar la aprobación de esta ley. Grupos conservadores han acudido a los tribunales para intentar derogar esta norma argumentando que se cometieron errores en su tramitación legislativa.

Gino recuerda que siempre ha habido intolerancia y rechazo hacia los grupos homosexuales pero dice que eso es un motivo más para seguir peleando por la conquista de derechos plenos. David, por su parte, lamenta que la intransigencia se haya apoderado una vez más de ciertos sectores de manera atemorizante pero cree en lo que leyó en un anuncio del metro de Nueva York que dice: «If you don’t like gay marriage, don’t get gay married» o lo que es lo mismo, «Si no te gusta el matrimonio homosexual, no tengas una boda homosexual».

F: AP Photo/Hans Pennink
T: Tania Cháidez
Rocket Magazine New York

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Journalist Editor in Chief and Founder of Rocket Magazine Barcelona Menswear Fashion since 2008

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