Un cuento infantil hecho para adultos donde los protagonistas son las sillas para que nos posicionemos en medio de paisajes gélidos.
Lámparas que guían nuestro camino e iluminan para que nunca nos encontremos a oscuras entre pinos y arces noruegos, teléfonos para mantenernos bien comunicados aunque nos encontremos en una playa donde solo caen rayos solares cada seis meses.
Todo esto gracias a Rune Guneriussen nacido en 1977 en Kongsberg. Estudio fotografía en el Instituto de arte y diseño de Surrey, por su trabajo podríamos desglosar la sociedad noruega en los objetos que se nos presentan en sus relatos fotográficos. Allí donde encontramos un paisaje con mar y nieve dando sensación de frío lo plaga con una serie de objetos cotidianos que nos reconfortan y hacen sentirnos como si estuviéramos en casa.
Es una inmersión de lo frío en lo calido o viceversa, la cultura noruega por sus temperatura ambiental consiste en eso, se encuentra entre el contraste del frío y calor formando parte del estilo de vida de los noruegos. Un contraste que sin duda produce en el sentido estético una belleza simple y limpia. Sus composiciones fotográficas están muy marcadas según el temperamento del mar, este es el único elemento que podemos ver en movimiento dando ritmo al conjunto fotografiado.
Estos elementos hogareños buscan la alteración del paisaje ya que destacan cuestionando su función en aquel lugar pero no altera la armonía de la naturaleza que nos apacigua con los tonos fríos.
Es la nueva fauna autóctona de Noruega, que celebran sus tertulias en medio de espacios naturales. Son esos seres (objetos) que aparecen cuando nadie mira, cosas que se nos escapan al sentido de la vista, es el renacer del pensamiento infantil. También nos sorprende con una serie de fotos en blanco y negro llamada “Kraft” en la que se ven figuras aerodinámicas generadas por el movimiento de la brisa del mar, una expansión del individuo hacia el infinito en la que se percibe un continuo fluir.
Como sabemos la fotografía no solo se limita en tomar la foto, en este caso cabe destacar el posicionamiento de los objetos previo al momento del disparo, debido a las posiciones que estos tienen en cada situación.
Este artista confirma el poder de la imaginación. Ahora me gustaría preguntarle a Rune Gunerieussen: ¿cómo incorporarías en una foto la invasión de la naturaleza en el hogar?
T: Leandro Andrea Huerto Cruz
Corresponsal Rocket Magazine Madrid
