El trabajo de Hedi Slimane para el sistema de la moda en este siglo es fundamental.
Existe una revolución estética clara en la moda masculina y se configura en un antes y después de Slimane, con esos trajes imposibles, camisas ceñidas estilo corsé para hombres, generadoras de una silueta jamás conocida.
La conexión en su paso por Dior versus el trabajo de Galliano en la marca, es que existió un contraste marcado pero en el fondo fueron unidos bajo un mismo hilo conductor, y es que si antes en Dior con Christian Dior, la mujer y el hombre vivían en planetas distintos, el Dior Slimane y el Dior Galliano conectaron en el mismo imaginario de la marca, esta idea de la primacía del cuerpo, de la sexualidad, del objeto, una marca de pose y de actitud.
Tras la salida del diseñador de Dior Homme, el creativo manifestó el deseo de emigrar a nuevos horizontes, nuevos puntos de expresión. El camino recorrido ha sido largo, contundente y con propuesta. La fotografía que nos presenta es Slimane en estado puro.
Hedi Slimane Fashion Diary, es la consolidación de un proyecto constante y fluido para representar y capturar todas aquellas inspiraciones y momentos que circulan en la moda internacional.
En este sentido, la estética se mantiene pero el contenido se metamorfosea en nuevos discursos que el creativo pone sobre la mesa y, más que parecer creativo-fotógrafo estilo Lagerfeld, Slimane hace del material un filtro que a mi parecer, gira de lo autorial, a lo autobiográfico y referencial, una apuesta hacia las formas de expresión con mirada crítica, en algunos casos, o como meros caprichos mediáticos en otros, y eso es lo interesante del trabajo.
El último apartado del diario, es California Teens, producido en Los Ángeles, con el estilismo de Nicola Formichetti.
Si la industria de la moda es tan volátil y tan circunstancial, qué mejor que un registro de esta efimeridad. Larga vida a Hedi Slimane, con la aguja, el lápiz o el lente. Qué haga lo que quiera, el ya pasó a la historia de la moda.[nggallery id=8]