Este año “lo catalán” se lleva en Sitges, primero fue [Rec]2, y ayer vinieron casi todos los demás.
El primero en aparecer fue Sergi López que aunque su película ya se proyectara tímidamente el primer día, vino a presentar “Le Derniers Jours Du Monde” de Jean-Marie y Arnaud Larrieu. Un film de lo más realista para hablar de temas cotidianos, de amores, engaños y la vida en general con la única diferencia que se suceden en el fin del mundo. La propuesta es original para pertenecer al cine de catástrofes, por su carácter intimista y parece haber gustado a la crítica aunque da la sensación de que el público no comparte este favor.
Jaume Collet-Serrat, director catalán que triunfa en Hollywood, no se conformó simplemente con presentar su film, The Orphan, sino que ofreció una conferencia sobre lo que supone ser un director novel en Hollywood y moverse por el mundo de la industria. Personalmente creo que la charla fue algo más interesante que su película, que no deja de ser uno de tantos films con niña odiosa y malvada incluida, que pone de los nervios pero que atemoriza poco. Eso sí, los espectadores rieron y aplaudieron un film que no loe salva ni la “sorpresa que presenta”.
Y ya llegó, para rematar, la Academia del Cinema Català para defender el debut de Ferran Audi quien ha sido el responsable de “The Frost”. La película adapta el cuento de Henrik Ibsen “El pequeño Eyolf” sobre unos padres que se sienten completamente atormentados por la muerte de un hijo adolescente hasta llegar a pensar que es culpa suya que no le quisieron lo suficiente. Rodado principalmente en Noruega es obvio hacer referencias al cine de Bergman, lo que puede resultar difícil al espectador, pero nada más lejos de la realidad. La película presenta una serie de cuestiones y dudas que asaltan al espectador y que les hace replantearse muchas cosas sobre la relación que mantienen con sus descendientes.
Quiero comentar también una obra que me ha desquiciado, Mr Nobody de Jaco van Dormael. En primer lugar porque parece que la historia es interesante, como sería la vida de uno al adoptar una decisión. El director nos cuenta las diferentes opciones de futuro que previsualizar un niño, todas ellas. Es decir, vemos como el protagonista (Jared Leto) hace y rehace su futuro para contemplar todas sus opciones. El film cuenta con imágenes de los más bellas, divertidas e incluso inquietante. Pero lo que el director no puede negar es que el planteamiento, la construcción desordenada de su trama, y todas las decisiones creativas que adopta beben indiscutiblemente de “¡Olvídate de mi!” (Michel Gondy), con la diferencia que de ésta uno sale sabiendo lo que ha visto y sale fascinado, mientras que de la cinta de Van Dormael uno, al cabo de unos horas, llega a plantearse si no le han tomado el pelo con imágenes increíbles.
T: Joan Colás