El cuarto día de desfiles en Río Fashion Week empezó con la conceptual marca Acquastudio, cuyo tema de colección fue inspirado en el trabajo art-Nouveau de René Lalique, el pionero en la utilización de vidros para almacenar perfumes. Vestidos llenos de curvas y sinuosidades con toques recargados apuestan por la silueta flor, con volúmenes en las faldas, emulando un tulipán.
Si mezclamos Jackson Pollock y Mark Rothko – íconos del expresionismo americano, con Leni Riefenstahl – fotografa deportiva alemana, encontramos la inspiración de Cláudia Simões. Formas asimétricas y un guiño a los años 30 en cada prenda, mucho gris, frambuesa, blanco y negro; blazers y pata de gallo.
María Bonita Extra presentó “Beatnik cowboy chic”, con inspiraciones en el oeste americano y en el libro ’On the Road’ de Jack Kerouac. Con referencias radicales, la colección consigue mantenerse leve y femenina. Muchos estampados abstractos en looks llenos de detalles, cintos atados, chaquetas hechas con tejidos perfectos y con hombros estructurados, camisetas nude usadas con vestidos sin mangas, zapatos Oxford con pins creando un look boyfriend.
La caída del Muro de Berlín y sus consecuencias sirvió de inspiración a Juliana Jabour, una de las diseñadoras más hype de Fashion Río. Sus looks son versátiles, modernos y flirteando con el guardarropa masculino. La idea es mezclar elementos urbanos con ironías alrededor de iconos de lujo. Los leggings de latex con colores brillantes fueron de las grandes sorpresas de la colección.
TNG presentó en el ultimo desfile del día, un ambiente inspirado en las poblaciones nativas de Canadá y Alaska con fuerte influencia de la cultura Inuit. Las propuestas de TNG están orientadas al streetwear con formas grandes y comodidad. Camisas rayadas con bolsillos, contrastadas con pantalones justos hechos con materiales tecnológicos. Para las chicas, vestidos y faldas cortos, tendencia unánime para el próximo invierno.
T. Felipe Brandalise
Corresponsal Brasil
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