Sin rodeos: Gavin Russom es un puto genio. Como todos los genios, Gavin Russom hace gala de excentricidad y le pega a todo: músico, productor, escultor y diseñador de instrumentos, Russom no para quieto ni por un instante…Tras sus aventuras como Black Leotard Front o Delia Gonzales & Gavin Russom, Black Meteoric Star es su nuevo proyecto apadrinado por DFA.
Black Meteoric Star es un disco de música electrónica que funciona como una regresión hipnótica al Chicago de los 80, a la escena underground del primer acid house. Russom juega con su equipo analógico a reinventar los tiempos del TB 303 y los secuenciadores de combate en 6 piezas de exploración espacial lanzadas como un sputnik girando en torno a la bola de espejo…Black Meteoric Star vampiriza toda esa herencia Old School para desfigurarla y extenderla en interminables desarrollos progresivos (la pieza más corta dura 6 minutos, la más larga 18) en los que el acid se gana a pulso su nombre coqueteando con psicodelia cósmica y despegando de la pista de baile rumbo a otros mundos. Los que Russom habita son oscuros y a prueba de radiotelescopio; Death Tunnel se apoya un esqueleto helado de ritmo Detroit, World Eater se salpica de latigazos de fuzz electrónico, Dominatron es un cráter de lava hirviente…Black Meteoric Star no es un experimento retro, sino una reconstrucción del futuro de la música de baile desde el pasado, una ucronía salvaje llena de escombros destellantes: la crudeza de Anthem, el paleo-electro-funk de Dreamcatcher o el envolvente rumor de Dawn pueden hacerte preguntar si alguien sentirá la tentación de fabricar una etiqueta exclusiva para esto…¿acid kraut os gusta?
T. El Beasto
