Este disco va a ser un must total. ¿Conoces críticos musicales, diseñadores interioristas, post-estilistas…? 9 de cada 10 tendrán orgasmos mentales con este disco, o dirán que los tienen.
Stephen Wilkinson puede ser un hype de segunda vuelta; como Bibio, ha editado ya tres discos (Fi en 2005, Hand Cranked en 2007 y Vignetting the Compost este mismo 2009) con el sello norteamericano Mush Records y un cuarto trabajo de regreso a casa con los esquivos Warp Records. De los tres primeros ha regresado como quien vuelve del exilio, para mostrar que a los ingleses les termina gustando su propia música cuando la hacen emigrar.
Ambivalence Avenue es ese cuarto disco que huele a maleta desecha después del viaje de vuelta, a folk mohoso, funk recocido e indietrónica de siesta. Ambivalence Avenue es un disco de lisergia color sepia lleno de falsos samples de discos nunca editados, rare grooves de tienda de segunda mano y canciones hechas de retazos de otras canciones que no existen.
Bibio hace collages de pop despedazado sobre una alfombra electrónica; Boards of Canada asoman por entre los flecos de sus canciones (Sugarette, S’Vive, DWRCan), y Animal Collective o Panda Bear proyectan su sombra sobre piezas de folk ácido que encajan entre sí (Haikuesque when She laughs, Ambivalence Avenue). Pero Bibio pulsa otros resortes al mismo tiempo; deconstrucciones nostálgicas de soul (Fire Ant) o melancolía acústica en un kaleidoscopio de downtempo psicodélico (All the Flowers, Abrasion, The Palm of your Wave) a través del que se ven fragmentos de Thom Yorke revueltos con James Taylor y The Free Design. Ambivalence Avenue es un perfecto disco de verano para los que no vayáis a tener verano, ideal para mirar por la ventana y descubrir la piel gris de las calles despobladas bajo el sol…al menos hasta que enciendas la televisión y lo escuches en un anuncio de Toyota.
T. El Beasto
